El estrés en tiempo de Covid

El estrés en tiempo de Covid

Es una realidad que cada uno de nosotros estamos enfrentando la pandemia de diferentes maneras. Y, aunque suene trillado decirlo, es muy cierto el hecho de que todos navegamos en la misma tormenta pero en diferente barco.

Por Dra. Cristina Amézaga
Psicoterapeuta e Hipnoterapeuta
IG @cristina.amezaga.hipnosis
www.cristinaamezaga.com

Las condiciones de cada quien son diferentes, unos irán en yate, lancha, canoa o hasta en una tablita, pero todos estamos tratando de flotar y no perder el rumbo que nos lleve a buen puerto.

Sin embargo, cuántos de nosotros somos conscientes de los estragos que estamos sufriendo a nivel psicológico, emocional y físico, aún sin tener o haber padecido la enfermedad.

Quizá unos estemos comiendo de más, no tenemos apetito, gritamos, nos aislamos, nos duele el cuello, tal vez una contractura nos mortifique,  dormimos poco, nada o por el contrario, mucho.

Nos enojamos con facilidad, somos indiferentes a las personas o situaciones, no queremos actividades que antes de esto nos gustaban, ya no caminamos o a lo mejor queremos salir corriendo. Lloramos fácilmente o ya casi no me puedo  conmover.

¿Me angustio mucho y lo oculto o de plano quiero mantenerme en un estado de “positividad falsa”?

Como estamos en una situación  de peligro es natural alarmarnos y obviamente que nuestro cuerpo reaccione principalmente con estrés, pero ¿Hasta dónde podemos considerar que estos síntomas son “normales”? ¿Les restamos importancia? o bien ¡Ya ni siquiera nos  percatamos de ellos!

Aprendamos a detectar los focos rojos que nuestro cuerpo nos envía, escuchémoslo con atención, busquemos también la causa emocional o psicológica, no solamente atendamos el síntoma físico y actuemos en consecuencia. Tenemos la responsabilidad de  mantenernos saludables en todo sentido y para ello hay que ser conscientes de los malestares: por qué me siento así, a qué se debe ¿Es algo diferente?

Al minimizarlos: ¿Nos damos cuenta del daño que ocasiona en nosotros y en los más cercanos?Una “ buena dosis “ de estrés…
Les explico. El estrés puede motivar a las personas a prepararse o a tomar acción, como cuando deben dar un examen o entrevistarse para un trabajo nuevo.

El estrés puede incluso salvar vidas en algunas situaciones. Por ejemplo, en respuesta al peligro el cuerpo se prepara para enfrentar una amenaza o para huir en busca de seguridad. En estas circunstancias, el pulso y la respiración se aceleran, los músculos se ponen tensos, y todas estas funciones tienen como objetivo la supervivencia.
El estrés es la forma en la que el cerebro y el cuerpo responden a cualquier demanda. Es así  como el ejercicio, el trabajo, la escuela, cambios importantes en la vida o acontecimientos traumáticos pueden causarlo.

Pero el estrés llevado más allá de su nivel óptimo puede perjudicar la salud.

El estrés negativo impacta gravemente al sistema inmunológico y cuando no es detectado oportunamente es posible llevarnos al llamado burn out. Las personas llegan a psicosomatizar, es decir, experimentar síntomas de diferente índole como son los digestivos, dolores de cabeza, insomnio, tristeza, ira, compulsiones y los que mencioné en la primera parte del artículo, entre otros.

Digamos que son manifestaciones de que algo “irregular” está sucediendo a nivel psicológico y/o emocional. Si no somos conscientes de esto y no las atendemos, ocasionamos un mayor desequilibrio físico al organismo y, de pasada, podemos afectar a los demás con nuestros comportamientos. Además, padecer estrés crónico nos hace propensos a tener infecciones virales más frecuentes y graves, como la gripe, el resfriado común o el Covid.

Para curar las molestias es común que se recurra a “anestesiarlas” de diferentes maneras: alimentos azucarados que actúan como drogas para causar felicidad, tomar bebidas alcohólicas en exceso, juegos de azar, en fin, conductas no muy sanas que a veces lo que hacen es agravar el problema porque no se va al meollo del asunto.

El caso es “fugarse” de la realidad; lidiar con el trabajo o desempleo, incertidumbre, cuentas, niños en casa, enfermedad, miedo al futuro, no es fácil. Anestesiar el estrés en vez de canalizarlo sanamente llega a paralizarnos.

Caer en esta rutina puede causar el tipo de estrés más difícil de notar al principio. Pues como tendemos a actuar y a movernos en modo automático, el cuerpo de alguna manera se blinda contra la tensión.

Por eso es importante conectarse con uno mismo, anclarse al presente, consumir información que alimente el espíritu, la fe, la mente y las emociones. Protegernos mentalmente de lo que consumimos del exterior, noticias o chats con mensajes fatalistas, tipos de películas, programas de TV o música que nos altere, porque actúan como “hipnosis maléficas” como decía Erickson.

Parte de amarse a uno mismo es desarrollar la capacidad de parar, hacer pausas saludables durante el trabajo o las faenas cotidianas, reflexionar, desarrollar y permitir que la creatividad fluya para adaptarnos a este cambio de vida y momento de contingencia.

Afortunadamente la solución está en nuestras manos.
Mis sugerencias ante esta crisis:

  • Aprende a relajarte.
  • Respira, relaja tu cuerpo y mente con ejercicios que te den sentido, propósito y que te ayuden a conectar con tu paz interior. Son formas simples de abrirte a todo el potencial que está dentro de ti, te probará que una actitud mental positiva abre las puertas a reinventarte en tiempos de crisis, a tener mayor inteligencia emocional.
  • Aprende a dejar ir el pasado, moverte hacia el futuro y lo que crearás de él.
  • Disfruta y crea en tu presente.
  • Desprenderse de los problemas y creencias pasadas, de las dificultades que pertenecen a una época que ya no es parte de ti ahora, es lo que realmente corresponde a una actitud mental positiva. El único valor del pasado reside en las alegrías que podamos haber vivido, es bueno recordarlas, revivirlas cada cierto tiempo y no perderlas.
  • Escuchar música, ver películas inspiradoras y bailar.
  • Acercarte a la naturaleza.
  • Practicar algún hobby o desarrollar actividades artísticas.
  • Reunirse por internet con familiares y amigos, mantener comunicación con ellos, no aislarse.
  • Acudir a terapia.
  • Busca a un profesional de la mente, psicólogo(a), psiquiatra, terapeuta o couch para que aprendas a manejar tus emociones, a gestionar lo que tenga que ver con tu mundo y tu fuero interno.
  • Conecta cada momento con tu propio bienestar
  • Realiza ejercicios físicos y mentales como autohipnosis. Te invito a que entres a este link (https://www.cristinaamezaga.com/audios) que te lleva a mi página, regístrate con tu correo y podrás descargar inmediatamente un audio hipnótico antiestrés, que podrás escuchar cuando lo desees. No tiene ninguna contraindicación. Te ayudará a programar tu mente positivamente para sobrellevar con mayor tranquilidad esta época de pandemia.

Desde mi experiencia personal pero sobre todo profesional, lo anteriormente mencionado se refiere a herramientas sencillas pero poderosas para mantener una salud física, emocional y psicológica durante las circunstancias actuales.

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