“Porque cada vez que se juntan mujeres, una magia secreta sucede”

“Porque cada vez que se juntan mujeres, una magia secreta sucede”

Soy Maria Luisa Ginesta, me dicen Chica. Tengo 57 años recién cumplidos, estoy felizmente casada hace 35 años y soy mamá de tres hombres maravillosos.

Por María Luisa Ginesta
Fundación EntreTodas
www.lasllavesdelachica.cl

Aún me estoy descubriendo y me asombra ir conociendo las diferentes cosas que soy capaz de hacer.

Nací en Santiago, donde he vivido la mayor parte de mi vida. Vengo de esas familias bien tradicionales, que llevan muchas generaciones en Chile. Por el lado materno vengo de una de las 200 familias que fundaron Santiago y por el lado paterno vengo de Europa. A los 7 años nos fuimos con mis papás y mis hermanos a vivir a Miami por cuatro años y muchísimos años después, ya casada y con tres hijos de 4, 9 y 12 años, nos fuimos por cosas de trabajo de mi marido a vivir a Holanda. Allá estuvimos casi 7 años.

Mi estadía en Holanda me marcó, me vino una sensación de libertad increíble. A diferencia de Chile, nadie me conocía, a nadie le importaba en qué barrio vivía, al colegio o universidad donde había estudiado. Me saqué una mochila y pude ser yo.

Tengo déficit atencional y eso hace que quiera hacer mil cosas, además que me carga la rutina. He trabajado en restaurantes, tuve una tienda de muebles y ropa de niños, después una florería, fui banquetera por ocho años y di clases de cocina. Vengo de una familia a la que le gusta muchísimo cocinar; una tía bisabuela escribió un libro de cocina que hasta el día de hoy uso ¡La cocina es el cordón de todo! Ahí se produce magia, se transforman cosas y, por sobretodo, se sana.

En Holanda trabajé en el colegio donde iban mis hijos, en un programa de transición para ayudar a familias nuevas que llegaban y a las que partían a otros destinos. Ese mismo programa lo traje a Santiago al colegio donde estuvieron mis hijos. Sé lo que es ser nueva en un país que no es el mío, he vivido esa transición como niña, adulta y mamá y se lo difícil que puede llegar a ser.

He trabajado en distintas fundaciones a lo largo de mi vida y lo último, ¡escribí un libro! Siempre he escrito, pero para mí, como quien escribe en su diario de vida. Nunca nadie había visto ninguna de mis cosas, salvo mi abuela, pero ella murió ya hace más de veinte años.

Este libro partió siendo una larga carta a mi marido para explicarle un proceso que estaba viviendo. Cuando estaba casi listo acudí a una tía para que lo leyera a ver si le hacía sentido. Cuando termino de leerlo me dijo que tenía que publicarlo y así nació “La llave”. El libro tuvo una recepción que no me esperaba. Muchas mujeres comenzaron a llamarme y a contarme sus historias que nunca se habían atrevido a contar. Mujeres de ochenta años, otras más jóvenes, a algunas las conocía de antes y a otras no. Ahí me di cuenta de que las mujeres en situación más privilegiada no tienen un lugar para ser acogidas y poder sanar sus heridas. El Estado no las ayuda. El haber trabajado durante cuatro años en Fundación Betania Acoge, que ayuda a mujeres en situación de extrema vulnerabilidad, me impulsó a crear un lugar que acogiera a mujeres, bajo un mismo techo, independientemente de su origen, clase social o situación económica. Con ese objetivo nace la Fundación Entretodas, un espacio para mujeres que han sufrido algún tipo de abuso. Un espacio para sanarnos EntreTodas porque cada vez que se juntan mujeres, una magia secreta sucede, se tejen redes, invisibles, como verdaderas telas de araña que sostienen. No se ven esas telas, son pura energía. No se necesita ser amigas, no se necesita ser conocidas, pero algo pasa. Hay una sincronía. El poder de las mujeres no se compara con nada. Nos damos fuerza, nos apoyamos, nos contenemos. No hay mejor terapia que los grupos de mujeres.

Estoy con hartos proyectos siempre, pero por ahora estoy full con la difusión del libro ya que la venta va en su totalidad para la Fundación. También estoy haciendo conversaciones semanales en vivo con Mariana Hales, una periodista increíble, donde abordamos diferentes temas todos relacionados con el libro, o más bien con el mensaje que quiere dejar “La llave” que es nuestro estandarte de la fundación. Además, y en forma paralela, estoy organizando el inicio de la fundación el cual hasta ahora ha sido difícil por la cantidad de trámites que piden, especialmente las Municipalidades; sin embargo, eso no nos ha parado de acoger y de ayudar a las mujeres que nos escriben o nos contactan, por ahora, a través de la pagina www.lasllavesdelachica.cl

Soy una rizadora de la vida, inquieta y curiosa. Vivo cada día como si fuese el último y como dice Helen Keller ”la vida es una aventura o no es nada”.

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