Progreso, no perfección

Progreso, no perfección

Si bien la perfección es  una característica muy positiva para desenvolvernos con éxito en la vida, evitemos que llegue al nivel de la obsesión y se transforme en un obstáculo.

Dra. Cristina Amézaga

Psicoterapeuta e Hipnoterapeuta

IG: @cristina.amezaga.hipnosis

Anhelar la perfección es una característica muy positiva para poder desenvolvernos con éxito en nuestra vida. Es  un objetivo que nos permite ir avanzando en el camino hacia la prosperidad, satisfacción y la realización personal, social y laboral. ¿Pero qué pasa cuando esto se convierte en una obsesión, cuando cruzamos la línea entre una actitud sana que nos hace sentir motivados a otra patológica que nos provoca ansiedad o frustración, entre otras cosas? 

Si partimos de la idea de que la  perfección se refiere a terminar algo sin errores o defectos, entonces, se requiere reunir el más alto nivel de excelencia para realizarlo. Por lo tanto ¿Cuánta energía gastamos o “robamos” de otras áreas de nuestra vida para llevar a cabo nuestros proyectos? ¿Cuáles otras implicaciones conlleva ser perfeccionista?

Para comenzar, les cuento que a mi consulta llegan muchas personas que experimentan baja autoestima, tienen un autoconcepto de sí mismas negativo, con estrés crónico o inestabilidad emocional, problemas de convivencia, entre otros síntomas, debido a que sufren por sus propias expectativas subjetivas de cómo deben ser y hacerse las cosas.

Suelen ser pacientes que tienden a auto exigirse desde sus altos, desmedidos estándares de perfección, calidad y responsabilidad. Son personas con poca seguridad en sí mismas que buscan en el perfeccionismo la aprobación y reconocimiento de los demás.

Este deseo que no siempre es satisfecho les provoca algunos trastornos como los mencionados al principio del escrito. Pues al entrar en este bucle de baja autoestima y altas expectativas que no siempre alcanzan, auto confirman su poca valía. Durante este proceso se someten a un sufrimiento que les obstaculiza crecer y realizarse pues no disfrutan del desarrollo de un proyecto, se enfocan más en los resultados.

El perfeccionismo funciona desde los extremos y con una mentalidad rígida del tipo “todo o nada”,  “hago todo a la perfección o mejor no hago nada”, de manera tal que consciente o inconscientemente las personas tienden a auto boicotearse, postergar y a procrastinar. 

Es decir, encuentran pretextos para posponer el proyecto para no hacerlo, dejarlo para después o nunca realizarlo.

Esa clase de mentalidad de extremos, nos puede llevar a experimentar frustración e insatisfacción pues el estrés que supone la meticulosidad, el poner nuestra atención en la opinión de los demás y lo cruel que puede llegar a ser la autocrítica nos hace difícil los procesos de evolución y adquisición de expertis en alguna actividad en particular así como ocupar demasiado tiempo en sus diseños. (Recordemos que nadie nace siendo expertos en nada, se requiere de un proceso, de perseverancia, de acción y valentía para tomar riesgos). Por eso se piensa que el perfeccionismo puede ser, paradójicamente, el mayor obstáculo para lograr tus metas.

Esto no quiere decir que yo te invite a tener bajas expectativas de ti mismo o a la mediocridad; por eso al inicio hago hincapié en que desear la perfección y la excelencia es un valor muy positivo pero sin perder de vista que es un ideal, que cada día podemos ser mejores y esforzarnos para acercarnos a ello, sin que vaya de por medio la salud emocional y física. Progresar es el objetivo.

Debemos recordar que es muy bueno plantearnos estándares altos pero realistas y para llegar a ellos desarrollar herramientas y actitudes  de organización y afán de superación. De otra manera caeremos en la trampa de metas irrealizables que nos llevan a la frustración al no poder alcanzarlas.

Cabe destacar que caer en el perfeccionismo encuentra sus raíces en diversas motivaciones que tenemos que conocer para poder lograr un equilibrio entre alcanzar un modelo ideal y el progreso para lograrlo. Por eso, mi primera sugerencia es que hagas un ejercicio de introspección  y si es posible acudas a un profesional de la psicología que te apoye en este viaje y favorezca el desarrollo de una mente flexible  que te permita realizar cambios y aceptar que todo es mejorable.

Claves para progresar en mi superación personal sin obsesionarme con un perfeccionismo irracional:

1.-Plantearte metas realizables.

2.- Realizar un plan que indique los pasos a seguir, con la posibilidad de replantearlos y tener indicadores de progreso. 

3.-Tener en cuenta que la evaluación es un proceso que te da la posibilidad de ir mejorando lo que hagas, esto te permite apreciar los esfuerzos realizados, valorarte como persona, comparar el inicio con el final y tener una evaluación general más objetiva. 

4.- Enfócate en lo positivo, equivocarte no equivale necesariamente a fracasar y que si te critican, tú no eres lo que haces. Tómalo como una enseñanza; todo suma, todo te hace más fuerte.

 

Me despido, te invito a que me escribas si quieres que escriba de algo en particular, o será bienvenido cualquier comentario o compartir de tu parte, sígueme en mis redes sociales y escucha mi podcast, constantemente estoy subiendo acerca de diferentes temáticas con información de valor que te puede ayudar a transformar tu mente y tu vida.   

 

 

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